Las Passivhaus o casas pasivas se han convertido en los últimos años en toda una revolución en el sector residencial debido a los múltiples beneficios que aporta a sus moradores este tipo de construcción, tanto económicos como de salud.
Entendemos por Passivhaus a un estándar de construcción de edificios energéticamente eficientes, que ofrecen un alto confort interior y que además son económicamente asequibles. No es una marca comercial sino que va mucho más allá, ya que es un concepto de construcción internacional con más de 20 años de experiencia y 25.000 edificios construidos bajo su sello. El sistema de estandarización, emitido por el Passivhaus Institut de Alemania, establece una serie de requisitos que tienen que cumplir estas viviendas para ser clasificadas y certificadas como Passivhaus.
Las Passivhaus son construcciones que mejoran la eficiencia energética y reducen el consumo de energía sin renunciar a las necesidades básicas, ya que son un tipo de vivienda que mantiene las condiciones atmosféricas ideales en su interior, logrando un ahorro energético que oscila entre el 70% y el 90% respecto a una vivienda convencional. Para ello, estas construcciones cuentan con un aislamiento térmico óptimo en sus paredes exteriores, con rotura del puente térmico que evita que la cara interior y exterior de una ventana tengan contacto entre sí para eliminar la pérdida de calor, con ventilación mecánica con recuperación de calor y con ventanas y puertas de altas prestaciones.
Las casas pasivas o Passivhaus son todo un ejemplo de sostenibilidad que además producen efectos beneficiosos en la salud de sus habitantes, ya que su renovación inteligente del aire, su incidencia de la luz solar y su construcción con materiales naturales y menos contaminantes, ayudan a prevenir y reducir todo tipo de enfermedades e infecciones.
Objetivos de una Passivhaus
El objetivo principal de una casa pasiva es que sus habitantes obtengan altos niveles de confort interior a la vez que mantienen un consumo energético muy bajo, contribuyendo de esta forma a disfrutar de un importante ahorro en la factura energética.
Esto se debe a que este tipo de casas está basado en unos criterios de diseño que permiten aprovechar al máximo la energía y la luz natural durante el invierno, minimizando la incidencia solar durante el verano. A su vez, disponen de un excelente acondicionamiento térmico que les permite conservar todo el calor absorbido en invierno y disiparlo en verano.
Para contribuir al ahorro energético, este tipo de viviendas disponen de placas fotovoltaicas, generadores eólicos, bombas de calor o colectores solares, entre otros. El ahorro de agua se consigue gracias a la instalación de aireadores en los grifos, inodoros de doble descarga, sistema de reutilización de aguas grises-ducha y lavabo.
Elementos fundamentales de una Passivhaus
Los materiales utilizados para su construcción son todos sostenibles, por lo que tienen un menor impacto en el medioambiente debido a la producción, transporte, y a su origen respetuoso.
El diseño y la orientación garantizan un comportamiento térmico y acústico óptimo, ya que suelen utilizar formas compactas y sencillas para evitar pérdidas de energía a través de las cubiertas y fachadas. Para esto su orientación es un elemento clave, ya que en función de la zona en la que se ubique se orientará de una forma u otra para aprovechar al máximo la energía proveniente del sol.
La ventilación de este tipo de viviendas asegura la óptima calidad del aire, gracias a la ventilación mecánica y a la natural, ayudando a mantener el aire renovado y evitar los contagios.
Beneficios que aporta una Passivhaus
Son muchos los beneficios que aportan este tipo de construcciones, veamos a continuación algunos de los más significativos:
- Ahorro económico. Una vivienda Passivhaus está dotada de sistemas de ahorro de agua y energía que conllevan un menor coste para los propietarios.
- Ahorro energético. Gracias a los materiales, el aislamiento, la forma de obtención de la energía y al diseño de la construcción; las pérdidas de calor se reducen hasta en un 80%.
- Mejora de la salud. La ventilación interior de la vivienda es 100% natural, ya que no se utilizan sistemas de aire acondicionado o climatizadores, lo que supone una garantía para la salud de sus habitantes.
- Aislamiento. Estas viviendas están construidas con un sistema de aislamiento acústico muy alto, lo que impide que los ruidos exteriores penetren dentro de la vivienda.
- Óptimo confort. Todo el interior se mantiene a la misma temperatura durante todo el año.
- Superficies acristaladas. Disponen de grandes superficies acristaladas para poder captar la luz del sol además de integrar el interior con el exterior.
- Sin polvo en suspensión. El sistema de ventilación incorpora un mecanismo de filtrado para eliminar cualquier partícula del aire.
- Calidad del descanso. En una casa pasiva podemos aislarnos de todo aquello que nos impide disfrutar del hogar, además de aislarnos acústicamente del exterior para mejorar nuestro descanso.
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